Oración

Me da por las pelotas la palabra muda omnipotente

creadora de esa fe que nos arrastra costa arriba

mientras mareas abajo. (susurrando)

Y te arrancas las uñas para clavármelas en la lengua

porque por mis ojos ya han entrado tus pezones

y una viceversa que golpea la puerta mucho más tarde.

Me jode el cristal y fe de la metáfora

que nos hacen mudos que hablan despacio y a medias,

ciegos sin ojos y con pestañas en los labios,

sordos enganchados al i-pod de los truenos

que te alumbran la cara de espalda, (y cintura)

y te niegas a morderme ahora y siempre

por la sigla de los siglos.

Neruda te salve niña de tu párrafo prosaico y desgracia,

así como el bendito fruto de tu escote y tu vientre

con el que sueño un loop cada noche (a camas de distancia)

y pego los ojos sabiéndome muerto y resucitado,

porque no hay más religión que lo que envuelve tus bragas,

ni santa blasfemia como la oración que omito.

Rebobinado sea tu nombre así en mi mente como en mi texto,

quítame los hilos que cuelgan de mis brazos muertos

así puedo vomitarte al oído la libertad de los sonetos

y sentirme un ícaro incendiado entre tus piernas

(quiero ahogarme en la poesía vacía).

Que así sea

Bonecas Loiras


Música: Leandro Escudero.

va llegando

O regreso,
ese absurdo momento posterior
que sempre tarda en chegar
e non pode lerse
mais que no braile das túas mans

¡ ... !

Se llenó la boca de bocaditos cabsha

y escupió una poesía tapa de remera

con la densidad que le da el “bisnes” a sus pupilas

cada vez más grandes (culpa de los flashes),

extraviadas en un vaso seco y vacío de veneno

que trepaba por unas venas que ya no eran las mismas.


¡No entendés casi nada nene!


Entonces las manos cuelgan de alambres de espinos

pero no las sientes, porque están entumecidas

y aunque les tiendan hilos de sangre

hay algo más fuerte que anestesia tu dolor

y ya no necesitás saber que es.


Obviamente no entendés nada nene.


Entonces ahogás los pocos sueños

y ninguno es más pesadilla que el anterior,

apenas hay una luz detrás de los barrotes

y unas garras que te llaman desde el otro lado.


Entonces hay una reacción tardía:

“Ahora ya es muy tarde para entender nene,

¿dormiste bien?”.

la parte inalcanzable

MIS DESEOS son la parte inalcanzable de tus vanidades,
de tus placeres lejanos que me manchan de tinta las manos
y me imploran una lejanía que se vuelve miel agria
cuando las orugas, reposan en la palma abierta de mi mano
que se cierra y se tensa.

Con tus labios secos me besas los dedos y los humedeces,
sabes a lejía añeja, escondida durante folios
que no hablaban de ti, ni de tu magia negra,
entonces me engatusas con tu espejismo en re sostenido
y me quedo naufragando sin ver el mar.

la buena fidelidad

La nueva tropa de abusos cromados arde
en esta zona donde se quiebran los huesos
y los ruidos van y vienen
dentro de una boca cerrada a presión,
que no comprende ni minga de este juego.

Hacés cavernas con las hojas de las enciclopedias
para resguardarte del frío suburbáno
que te congela las carnes chungas de tu panza
y quedás atrapado tras los barrotes del amor.

Otra gota de superglue abre las pupilas
y se agolpan tus temblores apolillados
en la parte interior de tus muslos rígidos.

Hay un pequeño susurro
que nos grita al oído:

“La buena fidelidad es siempre asunto de secretos bien guardados.”

soños postergados


Quería escribirte, para tenerte cerca de mi vista siempre

y recurrir a tu vientre con las manos llenas de tinta

para dibujar las palabras que se secan en mi boca

y leerlas con susurros lentos sobre la piel de tu cuello,

una a una

con las pausas justas

que se quedan en silencio

mientras tu sonríes.


Quería tatuarte en el pecho una poesía amorfa

y geoide que los haga aún mas hermosos,

pero abandoné por imposible;

porque tu ya eras un verso suelto en la atmósfera

que se me metió por los poros de los ojos

partiéndome los huesos como si fuesen folios

y dibujando en ellos los rasgos de tu rostro.


Quería asesinarte con este poema mediocre

sacándome cada palmo de piel que te rozó,

quemándolos

mientras gritaba ruidos blancos

y esbozaba con la sangre de mis pupilas

todas tus imperfecciones.


(Quería que tú no fueses la causa de este poema pero una vez más vuelves a serlo).


deseo de mutación

Quiero transformarme en tus lunares,
en los tatuajes de tu piel transparente,
en esa necesidad asfixiante que tu clítoris no tiene
y colarme por tus piernas
sin que pasen las horas
en este útero inventado sobre un folio,
que no deja de sangrar lágrimas
por el sonido de tu ausencia.

Me transformaría en tu lengua
para poder dormir en tu boca
y quitarte el gusto de los besos ajenos,
jugando con tu saliva
me humedecería en ti
ahogándome en tu PH.

Quisiera ser causa y culpa
de que tus ojos escriban en el vacío
y no necesiten buscar más
poesías en lenguas anómalas
para que las encuentres en las mías
y me masturbes con palabras que no sabes
en unos versos que amanecen.

Congelaría las emociones para no sentirte,
respirando sobre tu pecho,
irradiando lunas que se vuelven poetas
sobre sedas negras que se ajustan a tu cuerpo.

karma



Debería arrancarte los ojos y las uñas,
atar tus brazos a las llamas
y disfrutar mientras les crecen ampollas.

Morderte la lengua hasta que sangre
dejándote herida, con un poema clavado en el ombligo;
y quedarme quieto cuando comiences a gritar.

Debería apagar mis ojos o simplemente dejarte morir.

toma la ruta II.

Ahora sudas poemas,
los asfaltas con verbos perfectos
que se rompen en la ruta
de tu ombligo.

Caes con las metáforas en las manos,
y mi ojos sustantivos besan
la parte oculta de tu cuerpo lunar.

toma la ruta I.



No quiero seguir en esta ruta
para escuchar sólo palabras,
porque me viajas por la espalda sin tocarme
y tiemblo,
despacio,
muy...
... despacio
...

(y todo es tan azul
que recuerdo tu tinta sobre el folio.)

ateopía (poema visual).




Autores:
Cristina Ferreiro
Leandro Escudero.

el descarte

Ahora deberían caerse las antenas.

Escucharíamos a los pájaros dormir
forzando a los cables para que sean cuerdas
y hagan acordes armónicos de melodías nuevas.

Ahora deberían caerse para siempre.

poema bilingüista-surrealista o viceversa.

surrealism eye Pictures, Images and Photos

Movo as mans
mientras espero a los pájaros de tus párpados
que veñan a beber a suor da miña pel con espasmos.

lo mejor sería estar tranquilo.

Lo mejor sería ir a por el destornillador, quitárselo de la cabeza y lavarlo a conciencia. Después sentarse a ver la televisión como si nada hubiese ocurrido y tal vez preparar palomitas para ver la película que Erika seguramente traiga.

Luego, dejar pasar el tiempo e intentar nombrarlo lo menos posible, aunque si surge en medio de una conversación no ponerme tenso y actuar con naturalidad.

Y si ella descubre lo ocurrido, si ella comienza a sospechar y a incordiar con sus preguntas no debo ponerme nervioso, tal vez intente explicárselo; pero si eso no funcionase, lo mejor sería ir a por el destornillador.

azul e amarelo

Hai verde nunha liña ínfima
onde se rompen os meus ollos
e ese verde
forma parte dunha acedo recordo verde
que se sobe no bondi a Finisterre.

tráxico libido instantáneo.

Hai un rozamento silencioso e afastado que vai crecendo no frío fondo dun vaso. Se recarga e volve ao ataque como unha pantasma bañada en sal polas noites.
Así, as mans vólvense liviás e engurran as sabas, que suadas son un estandarte de libido instantáneo.
Entón susurros, pano e seda sobre uns dados dunha soa cara, ambigua, pero unha soa.

desde abrazo

Aperta as nubes
como beizos loiros húmidos
e bicos do ceo.

Apertame longo,
coas mans baleiras e choiva
en diferentes latitudes.

Aperta y no alejes
el silencio oscuro y en negativo
da auga nos senos.

falta de sueño.

Cerré la puerta despacio, sin hacer ruido porque ella estaba soñando algo placentero, se le notaba en la cara.
Caminé por la sala oscura apoyando los pies muy suavemente, todo se iluminaba apenas con la tibia lumbre que producía mi cigarro. Lo hacía porque tenía una historia que escribir y luego de tanto buscarla durante el día la muy cretina aparecía a las tres aeme.
Con apenas unas líneas los párpados me pesaban como si fuesen un centenar de hojas… no resistí y caí dormido.
Me desveló el día en una habitación sin puertas ni ventanas, lo único que escuchaba era su risa detrás de las paredes.

esto no es todo amigos...


Y el monstruo atacó otra vez, se colgó del cuello de los pocos sobrevivientes disfrazado de burocracia y sangre fresca. Solo quedaron un montón de cráneos aplastados y risas que rebotaban en las copas y la vajilla de plata.
Las miradas se cruzaban confundidas, mientras fumaban su pipa de ojos rasgados y politizaban prohibiendo los polvos que ellos mismos transformaban en lodo.
La mentira se fue instalando y formando parte de los que miraban cómplices y asustados, quizás agradecidos por no salir del paso.
... y todo quedo tan normal, el payaso siguió sirviendo carne entre dos panes y todos contentos.

el objetivo -remasterizado-

Click -si quieren ver-.

vida y comportamiento de los Estetoscopios

Click acá para ver pdf

bucle repetido.

En la puerta había una gorra negra, dibujada con lápiz que tapaba la pequeña ventana que daba hacia afuera, pero eso no era importante porque yo estaba atrapado y jodido si no encontraba las llaves.

El reloj daba su tic tac cada vez más y más sonoro, perforaba los tímpanos y el desorden era tal que no podía centrarme. Me sentía aturdido, creo que por el golpe, pero sabía muy bien que todo dependía de mí, las esperanzas iban en un sólo sentido y los gritos desde el otro lado eran insufribles.

Todo era un bucle que hartaba mi vida, si es que esa repetición era vida.

como un cuento -versión performance-

Versión del tema de Divididos

(click para escuchar)

Guitarras: Martín Peón y Leandro Escudero.
Voz: Loredana Cuomo.
Poema: Cristina Ferreiro.
Voz Poema: Paula Junco.
Vientos, bajo, percusión y arreglos (todo): Frankie F.

horas

Horas (click para ver)

cuando llegó Alicia


No era un sueño, pero conocí a Alicia, con su pantalón negro, encarnado a la cadera, y su sonrisa con más de veinte años experimentada. Caminaba deprisa, extinguiendo ilusiones, mientras los acordes de su ombligo daban las horas, que acompañaban cada paso vulgar al averno.
En un mar salado, fui a conocer a Alicia, lejos del salitre de las lágrimas coitales, verbando cuentos poéticos y con cola, que me provocaban nauseas y nudos de estómago. A veces sólos, sin palabras, tiernos gestos, que se irradiaban en la tez blanca del rostro.
En mi vida reptil, conocí a mi alada Alicia, que con su orgásmica libertad avanzó voraz... desestabilizándome, llorando..., feliz.