Poema natural.

Una gota de aire frío,

las persianas bajas

y el insoportable ruido del televisor apagado

recitando su porno diario

en horarios infantiles.

Cerré los ojos,

que en el trance, atravesaron las ventanas

alejándose con cautela de mi cuerpo.

(Me perdí en el viaje,

nunca me sentí tan bien).