falta de sueño.

Cerré la puerta despacio, sin hacer ruido porque ella estaba soñando algo placentero, se le notaba en la cara.
Caminé por la sala oscura apoyando los pies muy suavemente, todo se iluminaba apenas con la tibia lumbre que producía mi cigarro. Lo hacía porque tenía una historia que escribir y luego de tanto buscarla durante el día la muy cretina aparecía a las tres aeme.
Con apenas unas líneas los párpados me pesaban como si fuesen un centenar de hojas… no resistí y caí dormido.
Me desveló el día en una habitación sin puertas ni ventanas, lo único que escuchaba era su risa detrás de las paredes.

1 comentario:

monica dijo...

mi primer comentario...no puedo leer ahora mismo nada, pero es para dejar constancia de que lo haré.

Bicosmil