Consejo para los buenos ladrones.

Incendiar con laguna los centros comerciales,

luego, atropellarte sin zapatos en las manos

suspirando píxeles de tierra,

si me automatizo con formas de alambre

entre calendarios bimenstruales.

Por instantes,un hilo de mi voz, te dice:

"No robes sandías con camisetas ajustadas"

mini-poema febril

Atardecer los engrudos de tus dientes
desparacitando tus fieles palabras
que rebotan sobre la carne febril
de tus labios de cona.

Minipoema autodidacta.

La tropa de pequeños poemas
caen por tus babas de hierro,
salen agujas de los ojos.
La tinta se seca en los árboles
y el cielo es una perra en minifalda.

a sede

VOLVER,
rematar os días coa boca agre,
os dedos,
os portais,
rematarche,
rematarme
REmatarme
baixo as costas literais.

mini-poema nº g II

Nadei na luz
das bonecas coas arterias abertas
que sangraban palabras
que ían quedando nas marxes.

mini-poema nº g.

Ti danzas
eu, lembro acordes de coitos
perdidos nas azoteas.

mini-poema nº...

Se absuelven los poemas color semen
cuando se aburren las comas
de los espacios vacíos,
que atragantan las sepias lunares
de las aceras con niebla.

Ir,
con el clítoris desnudo
moldeando poemas de ocho versos.


entre saliva y sábanas


La curda no me dejo mentir,

no pronuncié los gestos tácitos

hacia las masas, que rompían sus oídos

para escuchar con los ojos

el prólogo de un apocalipsis rancio.


“TE EXTRAVÍAS EN LA SITUACIÓN.”


No te di las llaves de mi cabeza

en orden cronológico,

borre con arena detalles

de las Julietas en los balcones,

mientras apagaba los verbos

que transitaban tras tus pasos.


“Y TODO TAMBIÉN PASARÁ”


“NO TE DI LAS LLAVES DE MI CABEZA”.


Me caí entre saliva y sábanas,

me levanté en verso,

nadé en un mar de limón

intentando llegar a la costa de tu vientre

y así poder hundir mis ojos

en tu coño

que mudo jadea en mi menor.


“LO JODIDO DE LA ESPERA ES LA NEGACIÓN DE LA MISMA”.


“LO JODIDO DE LA NEGACIÓN SON VOS Y MIS GANAS”.

La lengua miope

Ahora que revelé los trucos de magia,
combato con la boca seca
ramos de espinas que se atascan en la garganta,
incandescentes de la lengua miope.
Su gracia de amanecer en el río:

Entonces aprendí a leer,
contando las horas de un reloj con pilas agotadas.
Entonces aprendí a escribir,
debajo de las sábanas, con los pies sucios.
Entonces fui fa menor
sostenido en los trastes invisibles de una les paul.

(El ataúd de mis fantasías se incineró empapado en Chivas).



I wish


Sigo acumulando noches sin dormir
en soledades,
abro la boca para dejar escapar a los gusanos
pero no salen las palabras,
sólo anestesia muda y miope
que muere en la gota que explota sobre la mesa
y me mata
y me explota
con la mosca de un juego sin alas.

Desearía estar ebrio
para no sentir dolor si me raspo el orto
por culpa de quien abrió las grapas de mi estómago.

Desearía ser tácito
pero pierdo la paciencia si me cortas las uñas
que te arañan.

Desearía ser yo
para que no pueda gustarme tanto
perder cada vez que te encuentro.

(Desearía no ser tan pelotudo).




El orden de mi fantasía.


Cuando el negro fúnebre de tus ojos se derrama
me agoto de tener que perder la vista,
de moler los dientes
que saben a alcohol
y licor de poesías
crecidas en la hierba.

En el juego
deseo que mi pluma se transforme en hacha
que te abra el cráneo
para poder buscar el espejo
en tu cerebro,
tatuar mi imagen
y colorear con sangre algún recuerdo
antes de sumergirte en la pesadilla.

Entonces desde tu trono me muestras mi sueño;
aprendo a leer con los brazos desgarrados,
a beber en la sonrisa de tus pausas,
a masturbarte con tinta y teclado,
a follarte.

(El orden de mi fantasía es lo que me mantiene despierto).


Hormigas de mármol

Hoy llorás hormigas de mármol
como gotas de un limón disecado
te quedás ahí,
incendiando plumas sobre el tintero,
utilizando saliva como verbos
y anestesia.

(química de las frases ahogadas en un gotero de miga de pan).

Precipicio



No sé a que te sabe la piel,

no soy la lengua que te lame los párpados

y busca una realidad que no es.

Porque no sé caminar sobre el agua

y apenas me mantengo al andar sobre el vino,

rojo, como tu sangre tan mortal,

tan incapaz de bombear los latidos de algo que no es mi corazón.

Y sonreís porque lo sabés,

te divertís sumando y restando imágenes

(en las que a veces, volvés a sonreir)

y multiplicás pasados para vivir presentes.


Estoy asqueado de los dibujos,

de los poemas,

de los relatos de vidas que no se viven,

de los cuadros,

del limón agrio que no probé en tus pezones;

estoy cansado de la firma que no encuentro,

de los mensajes tan ocultos que no existen,

de vos,

de mi por vos al cuadrado

y de las esperanzas de una ciudad autista

que sólo cuenta atardeceres en donde caminás,

caminás,

caminás

y a veces a ciertas horas del día,

cuando nadie te observa

hacés promesas, con las manos borrosas

y esa puta sonrisa que no quiero sacarte de la boca.

Sabiduría

"Que otros se enorgullezcan de lo que han escrito,
yo me enorgullezco por lo que he leído"

(Jorge Luis Borges).

Diecisiete


Suicidarme en una frase
con los párpados iluminados
de tanta anestesia.

Arrojarme entre máscaras chinas
mientras mastico pieles lunares
a la sombra de la nueva sodoma.

Caen los muros sobre pensamientos de limón.


Gusanos


Una mesa de tres patas me deja cojo,
si abro esa botella de gusanos sobre tu vientre
y a través de la ventana, con los ojos cerrados,
contemplamos el incendio de una ciudad autista.



frases sueltas





Quiero vivir dentro de las hojas
ser una palabra,
una coma,
el blanco inmenso,
la metáfora el resumen o...

... o

sólo ser un habitante entre tus piernas.

Oda a Flavia

Mi Flavia es una mina, más que una hermana,
un párrafo repleto de mentiras
que dicen la verdad;
una poesía agria
que te vuela la cabeza
cuando me quedo sin tinta
de tanto dibujar relojes sin agujas.

Es el sonido hipnótico de unos tambores
que vomitan corcheas sobre mi vientre,
si a la luna le da miedo la noche
y se esconde bajo mis sábanas
para sentir poemas
con el vértice de los dedos.

Mi Flavia es el metrónomo de la impaciencia,
es furia,
tempestad,
colores vivos escapando de los lienzos
y un gato perdido en los tejados, sin dueño.

Mi Flavia es un purgatorio demasiado cómodo.

Un trozo de pan rallado

La parálisis y el sudor frío de la resaca,

el pulgar del Cesar con la uña pintada,

el frío

que se cuela por debajo de la ropa

(y vos no),

y todas esas hormigas masticándote la pierna.


La tragedia estrictamente confidencial

encerrada en bolsas de basura con agujeros,

y un trozo de pan rallado

que nos marca el camino un día de viento;

Entonces vemos la revolución televisada

y nos sentamos a escribir.


Yo…

yo mientras tanto busco

y sólo encuentro bestias comestibles,

alguna que otra huella

que no me deja claro si somos o simplemente nos estamos inventando.

intangible

La lluvia es una herida en las aceras
que no logra evaporar la nostalgia,
entonces todo parece más lento;
todo es tan sin tí,
yo soy tan sin tí,
tan mueca de algo real.
Un poema mal escrito
naufragando en charcos
donde pisas, esperando ver tu reflejo.

Una garra que me devora por dentro,
que crece,
renace sin morir
y escribe profundamente dentro de mí:
"la influencia de la ausencia no es intangible"

sobre las nubes

Hago un poema por encima de las nubes,
dudo y mato la lírica intentando resucitarla,
me sobran las tintas de los bolígrafos
y varias líneas de este cuaderno
pero todo sigue estando tan abajo.

Cae un coche (por encima de las nubes)
yo cierro los ojos e imagino que es un cigarro,
pero no lo escribo,
no soy capaz de guiar mi mano.
Le echo la culpa a un pequeño libro que leí
(ese pequeño librito) que me robó
lo que yo escribiría en el futuro.

Las nubes corren por debajo
mientras me dan instrucciones que no leo
en perfecta times new roman doce
que de repente tiemblan.
La chica a mi lado tiene miedo,
le sudan las manos,
cierra los ojos
pero no sabe, que las nubes están debajo.