entre saliva y sábanas


La curda no me dejo mentir,

no pronuncié los gestos tácitos

hacia las masas, que rompían sus oídos

para escuchar con los ojos

el prólogo de un apocalipsis rancio.


“TE EXTRAVÍAS EN LA SITUACIÓN.”


No te di las llaves de mi cabeza

en orden cronológico,

borre con arena detalles

de las Julietas en los balcones,

mientras apagaba los verbos

que transitaban tras tus pasos.


“Y TODO TAMBIÉN PASARÁ”


“NO TE DI LAS LLAVES DE MI CABEZA”.


Me caí entre saliva y sábanas,

me levanté en verso,

nadé en un mar de limón

intentando llegar a la costa de tu vientre

y así poder hundir mis ojos

en tu coño

que mudo jadea en mi menor.


“LO JODIDO DE LA ESPERA ES LA NEGACIÓN DE LA MISMA”.


“LO JODIDO DE LA NEGACIÓN SON VOS Y MIS GANAS”.

La lengua miope

Ahora que revelé los trucos de magia,
combato con la boca seca
ramos de espinas que se atascan en la garganta,
incandescentes de la lengua miope.
Su gracia de amanecer en el río:

Entonces aprendí a leer,
contando las horas de un reloj con pilas agotadas.
Entonces aprendí a escribir,
debajo de las sábanas, con los pies sucios.
Entonces fui fa menor
sostenido en los trastes invisibles de una les paul.

(El ataúd de mis fantasías se incineró empapado en Chivas).



I wish


Sigo acumulando noches sin dormir
en soledades,
abro la boca para dejar escapar a los gusanos
pero no salen las palabras,
sólo anestesia muda y miope
que muere en la gota que explota sobre la mesa
y me mata
y me explota
con la mosca de un juego sin alas.

Desearía estar ebrio
para no sentir dolor si me raspo el orto
por culpa de quien abrió las grapas de mi estómago.

Desearía ser tácito
pero pierdo la paciencia si me cortas las uñas
que te arañan.

Desearía ser yo
para que no pueda gustarme tanto
perder cada vez que te encuentro.

(Desearía no ser tan pelotudo).




El orden de mi fantasía.


Cuando el negro fúnebre de tus ojos se derrama
me agoto de tener que perder la vista,
de moler los dientes
que saben a alcohol
y licor de poesías
crecidas en la hierba.

En el juego
deseo que mi pluma se transforme en hacha
que te abra el cráneo
para poder buscar el espejo
en tu cerebro,
tatuar mi imagen
y colorear con sangre algún recuerdo
antes de sumergirte en la pesadilla.

Entonces desde tu trono me muestras mi sueño;
aprendo a leer con los brazos desgarrados,
a beber en la sonrisa de tus pausas,
a masturbarte con tinta y teclado,
a follarte.

(El orden de mi fantasía es lo que me mantiene despierto).