Oda a Flavia

Mi Flavia es una mina, más que una hermana,
un párrafo repleto de mentiras
que dicen la verdad;
una poesía agria
que te vuela la cabeza
cuando me quedo sin tinta
de tanto dibujar relojes sin agujas.

Es el sonido hipnótico de unos tambores
que vomitan corcheas sobre mi vientre,
si a la luna le da miedo la noche
y se esconde bajo mis sábanas
para sentir poemas
con el vértice de los dedos.

Mi Flavia es el metrónomo de la impaciencia,
es furia,
tempestad,
colores vivos escapando de los lienzos
y un gato perdido en los tejados, sin dueño.

Mi Flavia es un purgatorio demasiado cómodo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hay dios! (si existe). que nudo tengo en la garganta! me encantó!!! no sé q decir... me llenaste de recuerdos q paradojicamente dejaron mi mente en blanco... te quiero muy mucho amiguito... TE EXTRAÑO!
Flavia